Si dejas de pagar tu hipoteca, las repercusiones pueden ser graves. El banco puede iniciar un demandante para obtener el dinero que te ostentas. En el peor de los casos, podrías perder tu propiedad. Considera todas tus alternativas antes de llegar a ese punto. Habla con tu lender para ver si puedes negociar un plan de pago que funcione para ti.